Por qué los museos están haciendo podcasts

El 2020 será recordado en el universo de la cultura como un año horribilis, en especial para los museos y su asistencia. Si ya de por sí nunca ha sido fácil para los profesionales de la cultura encontrar formas de conectar con nuevas audiencias el “más difícil aún” llegó de la mano de una pandemia mundial. 

En esa búsqueda de alternativas a la visita física, las entidades ya explotan otras opciones de consumo en diferentes canales (visitas virtuales, conexiones en directo a través de canales de social media etc). Pero si hay un formato que ha destacado por encima de cualquier el pasado 2020 y lo seguirá haciendo en 2021  han sido los podcast. 

 

“ A principios de año (2020), el 20% de los españoles escuchaban podcasts con asiduidad, pero debido al confinamiento, el aumento ha sido exponencial y se han modificado los momentos de uso”, explica Javier Celaya, responsable de los mercados en español de Podimo.

 

¿Qué ventajas particulares ofrece el podcasting a los museos? ¿Por qué no deberían dudar en utilizar este medio? 

Las ventajas son muy claras: gran alcance orgánico, conexión directa e íntima con su audiencia y un acercamiento “amigable” de sus contenidos.

 Los suscriptores de los podcasts reciben sus episodios a medida que se publican, en lugar de recibir sólo lo que el algoritmo determina más relevante o popular. Si sigues una cuenta en Twitter o te suscribes a un canal en YouTube, no hay garantía de que obtendrás todos los tweets o vídeos publicados por esas cuentas. Esto ofrece una enorme ventaja competitiva para los podcasts en el ecosistema de los medios de comunicación modernos. Es una enorme ventaja humanística para los podcasts en el ecosistema de los medios de comunicación modernos, y permite a los creadores no tener el algoritmo en mente mientras producen el contenido.

¿Qué experiencia tiene un oyente que escucha un podcast de un museo o una galería? 

Más que cualquier otro medio, los podcasts permiten a los oyentes conectarse emocionalmente con las voces de sus programas favoritos y le otorgan más espacio para ejercitar su imaginación. Pueden visitar el MoMa mientras friegan los platos, revisitar las grandes obras de la National Portray Gallery mientras están en un atasco o escuchar todo sobre los Uffizi mientras están trabajando. 

El tono es fundamental en esta estrategia de comunicación: el podcaster habla, a menudo en un tono informal, directamente al oído de los oyentes generando una conexión bidireccional entre el podcaster y el oyente individual. Es un fenómeno común entre los podcasters escuchar que los oyentes que se sienten personalmente conectados a ellos, como si los conocieran. 

 

¿Qué museo no querría o buscaría que sus visitantes se sientan que son importantes para el museo y que tienen una conexión personal con el contenido y la misión del museo?

 

La problemática: El podcasting requiere un compromiso a largo plazo, la competición empieza a ser feroz. Crear cuatro episodios y no hacer seguimiento de los mismos no te ayudará a generar retorno de la inversión de la estrategia. Los museos que ya están realizando grandes podcast están utilizando parte de sus recursos de marketing y divulgación en crear un contenido que cultive una audiencia cautiva a lo largo de los episodios y temporadas. 

 

Aunque pueda parecer una gran paradoja invertir en audio en un mundo completamente visual, las cifras, las experiencias y el camino que están llevando a cabo este formato no hace más que resaltar la gran oportunidad que los museos tienen al utilizar este increíble formato. 

 

meet-me-at-the-museum-art-fund-Zmvk-uG0ad3-y2GOHSNtbi5.1400x1400.jpg